Desde aquí, queremos contribuir en conmemorar este día con la experiencia sufrida por las gitanas que fueron víctimas de un proyecto de exterminio (aun no entendemos por qué se prefiere el término redada, una acepción descafeinada de las penalidades sufridas por los gitanos españoles).
Como ejemplo de esta lucha por la libertad, de contestación a la tiranía, incluimos a continuación el informe dirigido desde Málaga por el intendente Monsalve el 25 de agosto de 1750, y que tuvo como destinatario a Ensenada:

Casi dos años más tarde, ya en la Casa de Misericordia de Zaragoza, estas mujeres persistirían en su lucha por su libertad negándose a entrar en los barracones construidos para ellas y quedar al raso, destruyendo ropa, muebles, vajilla y demás enseres para taponar pozos y desagües a fin de hacer insoportable y costosa su prisión, sin dejar de persistir en repetidas fugas saltando las altas tapias del recinto o abriéndose paso a través de sus muros, a veces con un simple clavo. los latigazos, el cepo y el calabozo a base de pan y agua no consiguieron doblegarlas. En cambio, en Valencia, donde el duque de Caylús suavizó su prisión, no tenemos noticia de rebeliones ni fugas. Sí en cambio, tenemos constancia de la dignidad que mostraron durante su cautiverio y que impulsó al capitán general de Valencia a impulsar el indulto, que por diversas circunstancias no se hizo efectivo hasta 1765.